El Gobierno de EE.UU. impuso ayer sanciones económicas al vicepresidente de Venezuela, Tareck El Aissami, por “jugar un papel significativo en el tráfico internacional de narcóticos”.

El Departamento del Tesoro estadounidense sancionó también al empresario Samark José López Bello, por ser el “testaferro” de El Aissami y proporcionar “material, apoyo financiero, bienes y servicios en apoyo de actividades de tráfico internacional de narcóticos” o actuar “en nombre de El Aissami”, según explicó ayer mismo un alto funcionario estadounidense.

La imposición de estas sanciones “no es una reacción” a su nombramiento como vicepresidente, aclaró la fuente.

El Aissami está vinculado “a la coordinación de envíos de droga a Los Zetas, un violento cártel mexicano de la droga, así como brindar protección al capo colombiano Daniel Barrera Barrera y narcotraficante venezolano Hermágoras González Polanco”, según un comunicado de la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Tesoro (OFAC).

“Es el resultado de una investigación de años relacionada con el narcotráfico”, explicó el funcionario, que insistió en aclarar que estas sanciones no son una represalia diplomática contra el Gobierno de Venezuela sino que se dirigen a dos individuos “exclusivamente” por sus vínculos con el narcotráfico.

Las sanciones implican que se bloquean los activos de los dos individuos bajo la jurisdicción estadounidense y que los ciudadanos estadounidenses no pueden hacer transacciones con ellos.

“Los ciudadanos estadounidenses deberían ser cautos en sus tratos con el Gobierno (venezolano) para asegurarse de que no están involucrados en transacciones, directas o indirectas, con una persona de la lista”, indicó una nota.

Estas acciones de la OFAC “son la culminación de una investigación de varios años (...) contra los importantes traficantes de narcóticos en Venezuela y demuestra que el poder y la influencia no protege a aquellos que realizan estas actividades ilegales”, dijo el director interino de OFAC, John Smith.

Congresistas y senadores de los dos partidos mayoritarios de EE.UU. celebraron la decisión del Departamento del Tesoro, pues desde hace una semana se pidieron acciones contra el régimen de Maduro.

 

El Aissami, un chavista “de extrema” y señalado

Tareck El Aissami fue anunciado el 4 de enero por Nicolás Maduro como vicepresidente del país, tras desempeñarse como gobernador del estado de Aragua.

Al recién nombrado vicemandatario, con nacionalidad siria, se le vincula con los sectores más radicales del chavismo, además de ser un personaje de poco agrado para la oposición política del país.

Pero, pese a tener un ascenso fugaz dentro de su partido y ocupar un alto cargo en el Gobierno, según The Wall Street Journal, un importante periódico estadounidense, el Departamento de Justicia de ese país indicó que El Aissami habría recibido sobornos para facilitar el tráfico de drogas.

El diario amplió en que El Aissami era investigado tanto en Miami como en Nueva York, no solo por narcotráfico, sino también por lavado.

En 2015 también se le vinculó con el grupo islámico libanés Hizbulá.

 

A la sombra del chavismo

 

Sobrinos. Los sobrinos de la primera dama y esposa de Nicolás Maduro, Efraín Campo y Francisco Flores, fueron declarados culpables el 18 de noviembre de conspirar para introducir 800 kilos de cocaína a EE.UU.

 

Diosdado Cabello. Al expresidente de la Asamblea Nacional y actual dirigente del PSUV se le señala de ser uno de los líderes del Cártel de los Soles, que supuestamente traslada droga desde Venezuela.

 

Néstor Reverol. Un tribunal neoyorquino señaló que el ahora ministro de Interior recibió dinero para facilitar la labor de narcos cuando estaba en un organismo antidrogas.